Die Bahn

Vamos de Heidelberg a Berlin.
Con media hora de retraso, tomamos un ICE en Manheim y nos metimos a almorzar en un compartimiento de primera. En Frankfurt se sube una señora de trajecito y nos corta la intimidad. No logro comprender mi decoro, y porqué me cohibe de continuar el almuerzo en merienda.

Heidelberg está llena de turistas, como es de esperar en una ciudad histórica europea durante el verano. Pero también está llena de estudiantes y locales, qye insuflan a esas imágenes salidas de postales de quiensabedonde una humanidad inusitada.

Mañana toca La Vela ahí. Nosotros estaremos en Berlin, espero que tan divertidos como en Heidelberg.

Heidelberg

Dallas

No me queda claro el porqué, pero en las pocas horas que llevo de viaje varias cosas ya han llamado mi atención. Cosas que presumo, no deberían hacerlo.
Puede que ahora esté más pendiente o sensible a lo que veo, por el objetivo implícito de registrarlas, como hago en este momento. O simplemente suceda tal vez que al haber desaparecido hace años la novelería de los aeropuertos y aviones.

Da igual.

El punto es que pequeños detalles como el hecho de que, en Dallas, el personal del aeropuerto sea mayoritariamente over 45 y en Ezeiza, por el contrario, todos tuvieran la edad y el aspecto de modelos salidos de una revista para adolescentes, logran fácilmente ganar mi atención sobre las otras cosas que ocupan mi mente ahora.
Ojo, no es mucho mérito eso, porque las otras cosas incluyen solamente los clásicos quemes de un viaje, como cuando lograré desconectarme de MVD, o en cual bolsillo de la mochila puse el pasaporte.

Dallas

A los bifes

antes de partir, Javier me encomendó la misión de publicar cada tanto alguna noticia interesante, de forma de que El Abra se mantenga al día con las últimas novedades relevantes al que hacer de sus refinados lectores.

por supuesto no puedo menos que tomar el guante y, aunque previo a su partida el ingeniero se haya preocupado de dejarme preparadas algunas sutiles zancadillas escondidas (no quisiera entrar en detalles en cuanto a los ejecutables no actualizados en cierta organización de médicos, ni de cajoneras trancadas con llave en mi nuevo escritorio de trabajo – linda vista, por cierto), así será. nobleza obliga.

a los bifes:

navegadores + redes sociales = internet con recomendaciones

links del mundo físico al digital

…y esto quizás les sea de tanta ayuda como lo fue para mi: MIT Guide to Lock Picking

Blog

Sigo blogueando en papel, sigo sacando fotos.
No cuelgo mas cosas porque como absolutamente todo aca, Internet es bastante caro.
En unos dias me dare un pico de ADSL en lo de un amigo, en Wien… y el Abra volvera momentaneamente a su frecuencia de posts casi habitual.

En realidad a mi ausencia bloguera me parece mas larga que a ustedes. Sepan disculpar, pero sufro de esa elasticidad en la precepcion temporal que dan los viajes

Comfort zone

No pensaba postear estas cosas aca, pero me dieron ganas y listo.
Hoy, viajando en un compartimiento de primera clase de un tren alemanisimo entre la hermosa Heidelberg y la todavia desconocida Berlin, cai en la cuenta del verdadero proposito de este viaje. Me refiero a eso que me impulso desde que la idea aparecio en mi cabeza y que me trajo hasta aca.

Todo esto tiene por objetivo sacarme de la comfort zone, de ese lugar tan comodo donde todo esta bien, pero nada es perfecto… esa modorra interminable y zoporifera de la rutina.

Es clarisimo que no se necesita viajar para eso, es obvio que lo unico que se precisa para llevarse ahi donde uno se cree capaz de ir, es solamente un click mental. Y agrego, que eso y solo eso puede lograr tal cosa.

Y Digo esto porque aca me siento como en casa, me muevo con la naturalidad con la que lo haria en Montevideo, cosa que por un lado me pone contento (confirma mis sospechas), y por otro me obliga a reconocer que para lograr ese objetivo, ahora explicito, tendre que trabajar bastante mas.