Frankfurt

Dallas estuvo bien, capaz que demasiado larga la espera, pero nada del otro mundo, blogue en papel alla, ya veran el experimento a ver si anda bien.
Unas cuantas horas de vuelo mas, y Frankfurt me recibe con internet gratis, teclado con la Z y Y permutadas, casi ningun bano y clima nublado

Freestyle

Hace ya unos cuantos dias, en la apertura del certamen de Freestyle denominado «Payadores Urbanos» que se está desarrollando en La Barraca todos los jueves de junio, además de presentarse SLF y hacer una demo los protoparticipantes del concurso, hubo un rapper inesperado.

El mismísimo Arthur Martin, nada contento debido a que uno de los baños del local había sido rayado por algún hip hopper desprolijo le mandó un acalorado discurso presumiblemente a alguno de los organizadores.

Payadores Urbanos

Claro, no se dio cuenta de tres cosas, primero que la base que sonaba de fondo, a modo de calentamiento para la demo ya comentada, le imprimió a su diátriba un ritmo peculiar. Lo otro que pasó inadvertido al traductor de eventos cinematográficos favorito de todos, es que había alguien registrando ese singular rapeo y que, por último, otra persona con pocas cosas más interesantes que hacer, lo publicaría en internet.

Acá les dejo, gracias a Juan y su fabuloso sentido de la oportunidad, a «Arthur Freestyle«.

el tema del baño..
a mí me costó 4500 dólares cada baño..
ahora está Fraga con su detergente, alcohol y estee..
jabón líquido.
yo realmente deseo de todo corazón que salga.. si no
sale, esto lo vamos a terminar ??? viste..
porque es un problema de nosotros..
si nosotros provocamos esto tenemos que luchar por defenderlo.
porque por este imbécil vamos a pagarlo todos.. sí es
verdad..
no puede ser tan tarado para entrar al living de la
casa y que alguien venga..

Alba

Se despertó una vez más. Aún faltaban varias horas para que fuera sensato levantarse, además de precisar al menos una hora más de sueño, despertaría al resto, si es que no sufrían del mismo insomnio que él. Siempre le costaba dormir durante la noche previa a estas cosas.

La ansiedad le jugaba las trampas de siempre con la percepción del tiempo. A pesar que la noche se le hacía eterna y llena de sobresaltos, estaba confiado que el descanso, por más breve y salteado que pareciera, terminaría bastando. Su lucidez del día siguiente así se lo indicaba en cada oportunidad.

Le llamaron, pero estaba ya despierto hacía unos dos minutos. Se dio cuenta que había pasado bastante tiempo desde su último período de vigilia solamente por el olor a café que emanaba de la cocina. Todavía no amanecía.
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