Hace unos días hice un link al post de benito acerca del nuevo aviso de Nevada. En FYT se publicaron dos artículos más al respecto, motivados por el seguimiento mediático a esa controversia de la que benito fué precursor. Recomiendo leerlos, claro está, pero además aporto el link a esta nota del Observador de hoy, acerca del asunto:
El músico Fernando Cabrera, generalmente sobrio y medido en sus declaraciones, definió su posición con una contundente ráfaga de ironía: «Vivimos en un país donde la gente quiere mucho a los músicos. Por consiguiente, los actos y las palabras de estos tienen gran predicamento. De hecho yo soy admirador de todos los que participaron en el aviso. Por consiguiente he resuelto comenzar a fumar».
Al menos con el Firefox no pude entrar al agujerito del Observador. Me imagino por el título que Espina habrá llegado a alguna conclusión tremebunda sobre la mediocridad uruguaya que quiere derribar a JD antes de que realmente suba.
Yo tengo la sensación de que esa es una característica uruguaya en decadencia. Como la más elemental crítica.
Fue interesante escuchar a I.Alvarez y G.Escanlar tomar partido por los músicos del comercial de Nevada en Sarandí. El motivo obvio fue tirarle (un poquitito nomás) mierda a Haberkorn, pero el argumento esencial a favor fue la libre empresa, como siempre. Lo cual es interesante porque nadie, dentro de lo poco que se ha discutido a decir verdad, le ha discutido a los músicos el derecho de aparecer en el comercial. Solamente se les ha dicho lo que parecen o son por hacerlo.
El problema en el acceso, debe ser porque tenés bloqueados los popups (grande firefox!), expliqué como solucionar el problema en otro comentario a tu post.
El tema de poder diferenciar cuando una crítica es eso, crítica y no pedradas gratuitas es algo dificil. Pero el sacrificar la honestidad y franqueza, por evitar golpes innecesarios se me antoja timorato e infantil. Prefiero mil veces que me salgan callos de tanto palazo (aunque sean injustos) a que no me digan lo que piensan. (Aún a riesgo de sonar inseguro, necesitado de feedback para poder hacer con tranquilidad)
Lo de Escanlar y Alvarez, más allá de ser obviamente esperable, es un caso más de una táctica que cada vez se hace más obvia, que es aprovechar cualquier oportunidad posible para hacer un alegato ideológico de la agenda de la derecha, del liberalismo o de lo que sea. En el caso de la laicidad es más notorio incluso, te lo meten hasta en los reportes de la quiniela.
¡Qué país paranoico este que me toco vivir!
No puede ser que todos los comentarios que se hagan en los medios sean para otros fines.
Ahi Javier dice «Lo de Escanlar y Alvarez, más allá de ser obviamente esperable, es un caso más de una táctica que cada vez se hace más obvia, que es aprovechar cualquier oportunidad posible para hacer un alegato ideológico de la agenda de la derecha, del liberalismo o de lo que sea.»
Loco aflojale un poco, no podrá ser que la gente quira libertad y nada más.
Yocreo que el cigarrillo es una mierda, mató a mi viejo, por ejemplo, pero nunca prohibiría que se lo publicite, quien es el estado para tener que cuidar de mi salud o de mis costumbres. Ese tipo de intervencionismo me parece atroz.
Como me parece atroz lo del reglamento para los tatuajes que salió el año pasado, donde papa estado no le permite a menores de 16 años tatuarse cara y genitales. Alegan que talvez cuando sean mayores tendrán problemas para su inserción laboral, etc. Otra locura. El Estado que se encargue de cumplir bien sus funciones y no de meterse en las vidas privadas de los ciudadanos.
Mirá, yo en general me considero un tipo liberal, y me molestan algunas normas a mi entender excesivamente intromisorias, como la de los tatuajes, o la ilegalidad del aborto, por decir algo.
Sin embargo, hay que tener cuidado en caer en simplificaciónes exageradas de las cosas. Vos decís que el Estado no es quien para cuidar de tu salud, y esta todo bien con que pienses eso. Pero en Uruguay, el Estado es responsable de tu salud, y gasta gran parte de su presupuesto en exactamente esa tarea. Entonces, aún descartando la hipótesis de la responsabilidad del Estado sobre la salud de los habitantes, resulta una medida económicamente beneficiosa (desde el punto de vista del gasto en Salud), el intentar reducir el número de fumadores.
De todas formas, en ningún momento se dijo acá, o en FYT que deba ser prohibida la publicidad de cigarrillos. El hecho de que la discusión de la imagen que dan los músicos al hacer ese comercial, derive en el papel del Estado ante las vidas privadas de los ciudadanos, es un poco lo que quise poner con esa frase que citás. Aunque te concedo que es probable que no tenga ver con la orientación ideológica, el hacer derrapar (robándole la expresión a benito) cualquier intercambio de ideas en una discusión sobre los elementos escenciales del discurso (cualquiera sea), es algo que yo veo cada vez más seguido, aunque debe ser una estrategia tan vieja como la política.
Una persona es libre de fumar y hacer casi cualquier otra cosa perjudicial para si mismo mientras sea conciente de sus actos, pero en el momento que se convierte en adiccion deja de ser algo voluntario y se le debe tratar como a un enfermo.