Un blog como este, donde se alternan textos con links es un bicho que a veces se (me) hace complicado de manejar. Porque si bien es cierto que normalmente no pienso demasiado en la secuencia de posts que se van generando, hay un proceso inconsciente por momentos, pero completamente deliberado en otros, de mantener un cierto hilo, una coherencia casi argumental que impide, por ejemplo, suceder un post como el de mi hermano, con un link como este.
Al menos no si se pretende cuidar el mensaje, controlarlo.
Algo que acrecienta la dificultad es la atemporalidad de un website. Porque aunque interponga 15 minutos o 15 días en continuar un post con otro, la secuencia se vuelve mensaje inevitablemente. Aunque claro, no se me escapa que dejar 15 días un post en el prime time del blog es un mensaje en si mismo, efímero, a diferencia del generado con la secuencia, pero mensaje, uno que genero yo como editor, y no mi hermano como autor.
Y es mensaje a pesar de mi, porque bien podría haberme visto impedido de publicar, y aún en ese caso todo sería igual. Mismo mensaje, misma significación, distinta contextualización, distinto mensaje.
Y uso entonces como excusa el hiatus y el post de nico, para por un lado desencallar el blog, y por otro escribir sobre esto, algo que me pasa seguido con el abra.