El viernes discutía con Kai acerca de la necesidad de cuestionar cada cosa que sabemos, y por alguna razón, el fin de semana me puse a pensar cómo encararía la discusión acerca de, un suponer, fumar tabaco con un hipotético hijo adolescente.
Hoy me encuentro en bloglines el ensayo «Lies we tell kids» del siempre agudo Graham, y realmente fue un gusto leerlo.
Ahora tengo unos cuantos niños en mi círculo social, así que este link me resulta harto apropiado.
Interesante ensayo.
Me interesaría profundizar en algunos aspectos:
– la mentira no directa. En mi caso mis padres no fueron de encajarme las verduras típicas. Tampoco me censuraron temas o materiales que después de grande me enteré que a algunos amigos sí (p.ej. libros, programas de TV, etc). Sin embargo, absorbí los mismos temores sobre los temas tabú, que el resto de mi generación. Muchas veces no es que alguien nos lo inculque explícitamente, sino que lo percibimos a través de frases, de acciones, de comportamientos, de la sociedad que nos rodea. La frase «los niños son como una esponja» es más que acertada»
– la mentira transitiva. Cuando no es una mentira que el adulto inventa, sino una que él mismo se creyó en su momento, y nunca logró discernir. Acá yo incluiría principalmente las mentiras del tipo religioso que mencionaba Graham, y las políticas. Porque ahí la gente toma partido, y pelea por su convicción, no existe el «preguntáselo a tus padres», sino que le va a responder al niño con esa mentira que él considera una gran verdad. Y si es difícil para un padre explicarle a un niño cosas tan duras como que un presidente miente y actúa suciamente, o los horrores que ocurrieron en la dictadura, más aún es explicarle que una gran parte de adultos referentes (p.ej. abuelos, tíos), están equivocados porque se creyeron esas mentiras.
– que es «ser adulto»?. En muy pocos casos la adultez (como sinónimo de madurez mental y emocional), se alcanza a los 18 años. Es más, estoy convencida que a la muchísima gente la adultez como tal nunca le llega. Hay un artículo muy bueno de Hernán Casciari que toca ese tema (con humor como es su estilo), pero que es una lástima no pude encontrar ahora para linkear.
Perdón si me explayé demasiado :)
lo de la mentira transitiva tiene el problema de la definición de mentira, es decir, cabe preguntarse si se puede considerar una mentira algo que se dice estando convencido de ello, pero es un ángulo interesante.
luego, el tema de la adultez. Hace un tiempo leí el review de un libro que sostiene, básicamente, que actualmente infantilizamos a los adolescentes bastante más de lo deseable.
en otras palabras, que el umbral de adultez está demasiado alto.
lo que vos decís igual es cierto, uno es bastante inmaduro a los 18, y seguramente pensemos lo mismo a los 40 del nosotros presente (actually, podemos comentar eso en unos años en este mismo post :P).
supongo que el día que mire al javier del pasado y no lo vea inmaduro, habrá comenzado mi cenilidad.