Cada día me decepciono un poco más con los servicios del estado. Principalmente con Antel/Ancel. Muchos servicios, pero la atención al cliente deja mucho que desear.

Hace unos 2 o 3 meses tuve un episodio poco feliz con Antel. Resulta que por un cambio de nombre me cambiaron de «tipo» de cliente y ahora si se vence un mes, me cortan el servicio.
El tema fue que al hacer el cambio de nombre, me llegaron 2 facturas: una hasta la fecha del cambio de nombre y la otra hasta la fecha de cierre del período de cobro.
Todo bien. Dos facturas, una de más o menos 300 pesos y la otra de 160. Obviamente el cambio de nombre no fue por deporte, necesitaba una factura de un servicio público a nombre de mi novia. Y nos recomendaron Antel, porque era rápido. De rápido no tuvo nada. Igual tuvimos que esperar hasta el próximo vencimiento.
Las facturas llegaron. Entregamos una (la de 160), porque no teníamos tiempo para hacerle fotocopia, y pagamos la de 300. «Bien» pensé, «uno de estos días voy a «la torre» y saco un duplicado». Voy a «la torre» y solo me aparece la de 300, que ya estaba paga. Como había mucha gente, dije «ta… el mes que viene me vienen las dos juntas y las pago» y me olvidé del tema. Resulta que un viernes a las 4 de la tarde necesitaba el teléfono. Adivinen. Tenía el servicio de llamadas saliente cortado.
Llamé a 0800-Antel (re-caliente) les conté todo y me dijeron (de muy mala manera) que «ellos no podían hacer nada». ¿¡Entonces quien!? ¿Yo? Seguro que no, soy nada más que un maldito cliente. ¿Papá Noel? No sé, capaz que sí, pero no podía llamar por teléfono para averiguarlo. Además, si pagás, te reactivan el servicio a los dos día hábiles. O sea, sí o sí me quedaba sin teléfono todo el fin de semana y hasta al miércoles. Estaba re-caliente.
Llamé otra vez a 0800-LosPutosDeAntel. Me dijeron: «andate a la torre de las comunicaciones que para pagar está abierto hasta las 19 horas». Ahí dije «paaaaa, mirá que bien. No son tan malos.» Igual me pareció raro, pero me la creí. Me fui para la bendita torre. Llegué 5 y 5. Mis sospechas eran correctas… no me dejaron entrar. La mina me re cagó. «Sí, sí. Vení que hasta las 7 estamos abiertos.». Como se imaginarán, más caliente me fui. El lunes en la mañana pagué y el martes tenía teléfono.

Ayer tuve otro episodio también poco feliz, pero con Ancel. A mi novia le cortaron el Ancel. Sí, esta vez, estaba todo pago. ¿Entonces? Bueno, parece que Abitab no pasó el pago, eso dicen los de Ancel. Fax de las facturas mediente más 20 minutos de espera con el teléfono y problema resuelto. La verdad, no fue tan doloroso. ¿Algún tipo de indemnización? ¿Un «disculpe por las molestias»? Naaa… si «Solo sos un maldito cliente. Tenemos muchos más. No te necesitamos.». Este parece ser el eslogan que tienen algunas empresas cuando tenés un problema. Ahora, si vas a contratar un servicio nuevo, ahh… ese es otro cantar, ahí te tratan bien.

Capaz que muchos me odian por esto, pero ojalá vengan los mejicanos a ver si hay un poco de competencia y mejoran los pinche servicios.