La denuncia de un complot a gran escala para atentar contra 10 aviones que hacen la ruta entre Gran Bretaña y Estados Unidos es una payasada más del mundo capitalista que estigmatiza naciones, religiones, culturas y razas para desarrollar su política de saqueo y destrucción constante.
Ya inventaron hasta a sus propios enemigos de hoy, mintieron acerca de la excusa para invadir a Irak. Las armas químicas y de destrucción masiva únicamente las utiliza Occidente; Scotland Yard mató a un inmigrante sudamericano para justificar el antiterrorismo, le echaron la culpa de los atentados en España a la insurgencia vasca y ahora, para excusar a su aliado Israel por la masacre en el Líbano, inventan que botellitas de agua mineral o productos cosméticos son el nuevo arsenal que pone en peligro la seguridad anglosajona.
Véndanle el cuento a sus incautos. La humanidad no es tan boluda.
leído por ahi:
se te rompió el blog, javier.
Lo que sí es verdad, es que sí fuera a introducir un explosivo líquido o en gel, no usaría
un perfume sino que usaría una lapicera u algo por el estilo. Por eso me parece que todas las
medidas que toman son más para decir que hicieron algo que con la esperanza de detener un
atentado.
uy! si yo lo metería en un tampón, se puede esconder bien y hasta tiene mecha y todo, jeje
Gggggg, como se me revolvió el estomago. :S
es tan antiguo el cuento del pastorcillo mentiroso y tan vigente…
Pero aun asi, alguien lo creera y justificara tanta estupidez en los aereopuertos.El carnaval sigue.Mientras quede uno que se enriquezca a costa de las guerras siempre habra quien tenga (aunque sea pobre) imaginacion para inventar fantasmas